viernes, 6 de abril de 2007

IV - La segunda vez

Cuando le contó al Carlitos camino al pueblo durante la mañana del sábado, éste se paró de golpe y reojeándolo pensó para sus adentros que el Fede como él le decia se habia chiflado o lo que es peor se estaba volviendo un maricón, así etiquetaba a esos que andaban por el pueblo y al menor incidente se retiraban de la contienda.
Federico se detuvo también y muy serio lo miró a los ojos, adivinaba lo que estaba pensando...se dio cuenta que no tendría sentido seguir con el tema y largando la carcajada lo convenció de que era una broma; interiormente sabía que acababa de perder la única oportunidad de contarle a alguien lo que sentía y que debería callar de ahí en más...pasara lo que pasara.
Su padre murió una mañana de Abril, en silencio, como el pájaro que cae del árbol en plena ventisca,en las semanas que sigueron toda la casa se sumió en un silencio espectral, él y su hermana Adela hablaban en voz baja para no importunar la tristeza de su madre, en realidad más que tristeza era una tremenda pérdida del norte, la pobre mujer conocía su estado financiero de la peor forma, ya no quedaban víveres y la cuenta en el almacén del pueblo era impagable aún vendiendo los escasos animales que tenían, como si esto fuera poco en la lista de calamidades se ubicaba en primer lugar el tener que desocupar las tierras que alquilaban hacía más de 23 años y que desde 3 que no pagaban. Después de varios días de darle vueltas al asunto decidió mandar a Federico a llevar una carta a su hermano, lo embarcó en el colectivo de las 7 de la mañana y se encomendó a todos los santos para que Roberto, le brindara el auxilio que necesitaba; casa y comida para tres a cambio de trabajo.
Para Fede el viaje sorpresivo era una aventura que jamás hubiera imaginado pero las mariposas que revoloteaban en su estómago mezcla de hambre y miedo no presagiaban nada bueno, cuando se enfrentó a su tío al término de las 5 horas más largas de su vida; entendió el por qué.

1 comentario:

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Qué bueno que haya tenido a dónde ir.

A veces los malos momentos no se pueden compartir.
Es una buena señal...habrá una solución?

Qué pena que calló....